Recomendaron preparar el aire acondicionado limpiando los filtros en cada cambio de temporada para eliminar bacterias, microorganismos y suciedad acumulada. En cuanto a la temperatura del aire, aconsejaron no bajar de 24 grados porque cada grado menos aumenta el consumo entre un 7% y un 10%.

También apuntaron que una alternativa al acondicionado son los ventiladores. “Estos refrescan el ambiente de forma saludable siempre que la temperatura no supere los 30 grados”, indicaron.

Además, para conservar la temperatura, aconsejaron bajar las persianas y mantener las ventanas totalmente cerradas, sobre todo en las horas en las que el sol pega de forma directa. A esto añadieron que los toldos ayudan a bajar la temperatura interior hasta 10 grados, por lo que también consideran una buena idea contar con uno.

De igual manera, destacaron que existen soluciones aislantes para las paredes que no requieren de grandes obras, como la celulosa o la fibra de madera, que “se utiliza cada vez más en viviendas ubicadas en zonas donde el calor es extremo”, subrayaron.

Asimismo, advirtieron de que la temperatura también puede variar en el suelo dependiendo del material con el que esté fabricado. En este sentido, los expertos de habitissimo indicaron que los suelos de madera son buenos en invierno, pero no tanto en verano, mientras que los de gres o mármol estarán muy frescos en la época estival. En caso de no querer acometer grandes reformas, apuntaron que existe la opción de los suelos vinílicos.

En cuanto a trucos sencillos, recomendaron utilizar sábanas de algodón o seda que acumulan menos calor; y, por último, contar con flores o vegetación en la terraza o en las ventanas y regarlas sobre su abono para refrescar la atmósfera cargada de calor del exterior.