Según indicaron, debido a la crisis de abastecimiento del gas y los altos precios en la factura tanto de este combustible como de la luz la compra de leña se ha disparado en España, el consumo de sacos de pellets ha aumentado y la venta de chimeneas de leña no ha hecho más que subir. Además, se prevé un incremento de las ventas en el sector que oscilará esta temporada entre el 17% y el 30%, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas para Combustibles Sólidos (Aefecc).

Sin embargo, apuntaron que es importante no perder de vista que no todas las casas están acondicionadas para todas las opciones que existen en el mercado, por lo que recomiendan realizar un estudio antes de proceder a la instalación.

Así, señalaron en primer lugar que antes de instalar una chimenea resulta imprescindible evaluar si es necesario un sistema de evacuación de humos. Además, aconsejaron tener en cuenta que los parámetros varían según el tipo de vivienda. “En edificios, si no existe salida de humos, es muy complicado poder instalar una chimenea en un piso, a menos que sea una vivienda bajo cubierta. En este caso, se necesitaría permiso de la comunidad de vecinos y licencia del Ayuntamiento. En una vivienda unifamiliar estas limitaciones son mucho menores”, añadieron los expertos.

Asimismo, subrayaron que hay que ubicar en qué parte de la vivienda se instalan las bajantes y las ascendentes del sistema, “pues son uno de los elementos clave a tener en cuenta para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del sistema una vez que se encienda por primera vez”, explicaron.

Asimismo, destacan que las chimeneas se deben instalar en espacios amplios donde la salida de humos se pueda realizar en vertical y, a ser posible, sin codos o factores que compliquen la correcta trayectoria del humo.

En el caso de la construcción de chimeneas de obra, explicaron que también hay diferencias en la instalación dependiendo de si es en pisos o en vivienda unifamiliar. “Cuando se trate de chimeneas de leña, en pisos en altura no se podrá instalar salvo que haya preinstalación de salida de humos. En el caso de que la instalación sea posible, es esencial que tanto el hogar como la salida de humos cumplan con la normativa en lo que se refiere a resistencia a las temperaturas y aislamiento. Esto aplica de igual manera a las chimeneas de leña y de gas”, agregaron.

Por otro lado, los expertos indicaron que el mantenimiento dependerá en buena medida del combustible. De esta forma, en el caso de las chimeneas de leña, además del vaciado del cajón de las cenizas y la limpieza de los revestimientos y el cristal del casete, hay que deshollinar de manera periódica y revisar que no haya fisuras en los elementos refractarios.

También recordaron que “el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) aconseja revisar y limpiar, si fuera necesario. Con base en esta pauta, sugirieron realizar hacer una revisión antes de que llegue el frío, cuando los conductos están secos aunque “mucho más frecuente debe ser el vaciado del cajón de las cenizas, la limpieza de los revestimientos y la del casete, si es que lo tiene” subrayaron.

Por último, sostuvieron que una chimenea de gas requiere de un mantenimiento más simple, ya que la combustión apenas genera residuos. “El trabajo básico sería la limpieza periódica del conducto de evacuación y el interior de la chimenea, así como una revisión de las válvulas y la comprobación de que no hay fugas”, concluyeron.