Gutiérrez, que clausuró en la capital asturiana las jornadas conmemorativas del quinto aniversario del encierro de varios sindicalistas en el pozo Barredo de Hunosa, aseguró que la medida anunciada por el Ejecutivo lo que hace es "bajar a cuenta del IRPF las retenciones, que después se tendrán que pagar todas juntas al hacer la declaración de la renta".

Respecto a la negociación sobre el empleo y, en concreto, a la petición de la patronal de abaratar el despido, el dirigente sindical afirmó ue la solicitud es "un auténtico disparate" y "una nueva coartada para despedir a más gente con mayores facilidades".

Añadió que no se puede crear empleo a costa del despido, "cuando en nuestro país se ha reducido en una tercera parte el coste del despido y sin embargo no se ha multiplicado por tres la tasa de empleo, sino la de paro". Asimismo, hizo hincapié en que de los dos millones de despidos que tuvieron lugar en 1995, más del 65% se llevaron a cabo sin la menor indemnización.

El líder de COO dijo que el Gobierno está creando confusión en la opinión pública al pretender hacer creer que el problema del paro depende de una reforma laboral. "Si esto fuese así, España, que es el país que más reformas laborales ha realizado en los últimos años, tendría que tener una tasa de empleo mucho mayor", agregó Gutiérrez, quien vinculó el aumento del empleo a una buena política económica y el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios.

El dirigente sindical afirmó tajantemente que España no ncesita otra reforma laboral, pues la anterior "sólo ha traído la disgregación y la división de los trabajadores. Lo que requiere nuestro país es acabar con ese abuso".

"Un país que sólo genera empleo precario tiene detrás un sector productivo muy precario y con una estrechez de miras muy preocupante", añadió.

Gutiérrez se mostró partidario de que se lleve a cabo una negociación colectiva más articulable y que ésta se pueda aplicar a cada sector y a cada empresa en relación a sus retos productivos

El secretario general de CCOO se refirió también a Asturias, de la que afirmó que es la región más rica en mano de obra cualificada, razón por la cual, a su juicio, el Gobierno debe tratar con mayor seriedad el futuro de la minería.