GUTIERREZ (CCOO) ADVIERTE QUE UNA NUEVA DESREGLACION LABORAL TENDRIA UNA RESPUESTA "CONTUNDENTE, GENERALIZADA Y PROLONGADA"
- Asegura que un pacto tripartito hoy estaría roto ya y dice que las medidas fiscales del Gobierno son una "amnistía fiscal indirecta"
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El secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, advirtió hoy al Gobierno que si acomete una nueva desregulación del mercado de trabajo y atiende a las presiones de empresarios y políticos para abaratar el despido, la respuesta sindical será "contunente, generalizada y prolongada en el tiempo hasta impedirla".
El líder de CCOO lanzó esta advertencia durante la presentación de su informe al Consejo Confederal de CCOO, que se reúne hoy y mañana por primera vez desde el Congreso de enero, en el que fue reelegido secretario general del sindicato. La votación a su informe tendrá lugar a última hora de hoy o mañana, dependiendo de cómo trascurra el consejo.
Durante su discurso, Gutiérrez se refirió a la marcha de las negociaciones con los empresaios y con el Gobierno, y anunció que esta misma semana los sindicatos mantendrán una primera reunión con el Ministerio de Economía y Hacienda para examinar las líneas presupuestarias para 1997.
Gutiérrez insistió en que el diálogo social, a pesar del desacuerdo de los sindicatos con las medidas aprobadas por el Gobierno en materia fiscal, de recorte presupuestario y privatizaciones, debe continuar "poniendo el mayor empeño en lograr el mayor núemro de acuerdos posibles que sean positivos para los trabjadores".
Explicó que los sindicatos rechazaron un posible pacto global tripartito con empresarios y Gobierno porque hubiera sido poco realista, y aseguró que un gran pacto de este tipo "habría abortado la negociación desde los primeros pasos" y "nos conduciría al campo de la conflictividad generalizada".
El líder de Comisiones fue más allá, incluso, y aseguró que un pacto tripartito "hoy estaría roto por las recientes decisiones del Gobierno". Gutiérrez denunció que "las primeras actuaciones dese el Ejecutivo responden más a los parámetros propios de la derecha y han atendido prioritariamente a viejas demandas de los sectores económicos más conservadores".
En concreto, criticó el pacto de gobernabilidad alcanzado por el PP con los nacionalistas, que, a su juicio, ha inducido al Ejecutivo hacia el "ultraliberalismo", así como los recortes presupuestarios, la política de privatizaciones y el paquete de medidas fiscales aprobado el pasado viérnes.
Sobre estas últimas, dijo que "son más unaamnistía fiscal indirecta, camuflada tras la revalorización de los activos, que un aporte real a la reactivación de la inversión productiva". Agregó que suponen "una desfiscalización de rentas de capital, antesala de la contrarreforma fiscal reclamada por los más ricos" y son "un nuevo aliciente para la especulación inmobiliaria".
A su juicio, "la ecuación teórica según la cual con menor fiscalidad sobre el capital se producen mayor inversión y creación de empleo responde más a un credo ideológico libral que al funcionamiento real de la economía". Gutiérrez criticó que se dé prioridad a la rebaja de impuestos para las rentas del capital y se posterge la creación de empleo".
Gutiérrez, que señala que su sindicato vigilará permanentemente, las líneas presupuestarias y las sucesivas decisiones que adopte el Gobierno en materia de política económica, dejó claro que no aceptarán nuevas desregulaciones laborales porque no contribuyen a la mejora del empleo.
Según el líder de CCOO, la mejora cuantittiva y cualitativa del empleo depende de la mejora en la productividad del capital y de la adecuación de la organización del trabajo a las realizadas de los procesos productivos. También abogó por la reinstauración de la causalidad en la contratación, reduciendo el número de contratos precarios, y por un mayor impulso a la formación.
LOS CRITICOS
Por su parte, el sector crítico de CCOO, que lidera Agustín Moreno, presentó una propuesta de resolución al Consejo en la que propone la organización de un "contundente y amplia movilización este otoño que frene los planes de privatización, de recorte de derechos y prestaciones sociales, y disuada al Gobierno, sus socios de la derecha nacionalista y a la patronal de nuevas reformas laborales".
El sector crítico, que hace un llamamiento a la unidad dentro de CCOO, acusa a la dirección del sindicato de haber abierto un diálogo social con el Gobierno y la patronal para tratar temas secundarios, cuando lo prioritario debe ser el empleo. A su juicio, entrarnegociar lo secundario "supondría hacerse cómplices" de la política del Gobierno, "confundiendo a los trabajadores".
Por otra parte, el Consejo Confederal de CCOO aprobó esta mañana con 88 votos a favor, 18 en contra y 2 abstenciones el reglamento de funcionamiento del Consejo presentado por la Ejecutiva. El sector crítico presentó varias enmiendas que fueron rechazadas en su mayoría.
(SERVIMEDIA)
11 Jun 1996
NLV