En declaraciones a Servimedia, Guardans acusó al Ejecutivo de José María Aznar de dejar "que sea el régimen de Obiang el que decide si es o no es democrático, con independencia de sus actitudes, y si se autocalifica de democrático, lo da por bueno".

"El Gobierno tiene la obligación de no ser neutral anteuna represión política como la que se está planteando en Guinea, y sería lamentable que sólo por intereres económicos se mirara hacia otro lado ante una situación como ésta", agregó. "El Gobierno debería tener un papel mucho más activo".

En su opinión, Aznar "puede presionar muchísimo, desde la Unión Europea y en el ámbito bilateral, pero hay enormes intereses económicos que lo dificultan. Me gustaría ver que el Gobierno de Aznar aplica al régimen guineano al menos la mitad del tono con el que se trat a Cuba".

"En lugar de eso, vemos que Obiang es bienvenido en Madrid, es invitado a los actos académicos y lingüísticos y se le trata como un amigo de España", prosiguió Guardans, quien confió en que el Gobierno cambie sus perspectivas de "mejora de las relaciones" con Guinea Ecuatorial, tras "esta pantomima de juicio, este circo judicial" que ha llevado a la cárcel a más de 70 miembros de la oposición.