Así lo apuntó Guindos en el ‘XXIX Encuentro del sector financiero’ organizado por Deloitte, Sociedad de Tasación y ‘ABC’. El vicepresidente del BCE destacó que “gran parte de los problemas que estamos viviendo es consecuencia de una inflación que es mucho más persistente, más elevada” y “no transitoria de lo previsto anteriormente”. Subrayó que la reducción de la inflación es “la principal aportación” del Banco Central Europeo (BCE) a la recuperación económica y la estabilidad financiera.

Guindos indicó que el BCE actualizará sus proyecciones de inflación en diciembre y avanzó que mostrarán “un perfil en el cual la inflación continuará en torno a los niveles actuales, del 10%, en los próximos meses” y empezará a desacelerarse en primer semestre de 2023.

También señaló como “muy posible” que en el cuarto trimestre de este año o en el primero del próximo ejercicio se produzca un crecimiento negativo, con la posibilidad de una recesión técnica que “hace seis meses ningún analista veía”.

En este contexto, instó a los gobiernos a adoptar una política fiscal “prudente”, que se compatibilice con la política monetaria de subida de tipos de interés para frenar la inflación. Insistió en que sea “mucho más focalizada” en los colectivos vulnerables y “temporal”.

Repasó que la situación de los hogares ahora es “más vulnerable” que hace un año, el ahorro se está reduciendo “de una forma cada vez más intensa” por el repunte de la inflación, el consumo se está enfriando, la intención de compra de vivienda en la zona euro se ha reducido “de forma bastante notable” y el mercado laboral “está aguantando perfectamente”, aunque puntualizó que la desaceleración económica “llevará a una desaceleración de la demanda del mercado de trabajo”, si bien será distinta a la de la crisis financiera.

Sobre la política monetaria, Guindos aseguró que continuará la senda de subida de los tipos de interés hasta llegar al nivel de precios objetivo del BCE, del 2%, y recalcó que esta política está en un proceso de “normalización” tras la etapa de tipos negativos.

Como consecuencia de estas subidas, señaló que la rentabilidad del sector financiero se va a incrementar, pero llamó nuevamente a no dejarse “cegar” ni “llevar” por eso porque será una mejora “puntual” y “temporal”. “Y aunque no sea así, es mucho mejor prevenir que curar”, añadió.

También apuntó que la del sector corporativo se está deteriorando “y eso es algo que hay que tener en consideración, si hay un deterioro de su solvencia eso tendrá consecuencias para el sector financiero”.

El vicepresidente del BCE recordó que el organismo tiene pendiente reducir su balance tras las compras de activos por la pandemia y afirmó que será un proceso “cauteloso” y “prudente”.