Así lo recoge la Comisión en el documento "Guía del Empleo 1998" hecho público hoy, en el que también analiza los planes de empleo presentados al Ejecutivo comunitario por cada Estado de la UE.

Junto a dicho análisis, la Comisión ofrece 19 directrices que serán enviadas al resto de instituciones europeas para su consulta y que, si son aprobadas, deberán incorporarse a los planes nacionales de cada país para luchar contra el paro, sobre todo e joven y el de larga duración.

Además de los compromisos presupuestarios que ya se fijaron en la Cumbre del Empleo de Luxemburgo, el documento de la Comisión incorpora propuestas como la creación de incentivos fiscales para las empresas, sobre todo las pymes, cuando éstas tengan empleados. Además, sugiere una mayor promoción del autoempleo y de la creación de empresas.

Para la Comisión, deben ser los propios Estados los que investiguen las carencias de cada uno de sus mercados y detectar las posiilidades de nuevos empleos, con el fin de eliminar los obstáculos para su creación.

También aconseja a los interlocutores sociales negociar una reorganización del trabajo, para que las empresas se modernicen y puedan competir en el mercado internacional, pero sin descuidar la salud y seguridad de los trabajadores.

Que cada Estado analice la posibilidad de incorporar a su legislación nuevas modalidades de contratos laborales, y potenciar el empleo de las mujeres en sectores donde están poco presenes son otras de las recomendaciones de la Comisión para fomentar el empleo en Europa.