Hasta el momento, el Partido Socialista Obrero Español en Andalucía se había caracterizado por su fuerte apoyo a las tesis defendidas por el vicesecretario general de la formación, Alfonso Guerra, siendo su máximo valedor en la comunidad autónoma el diputado Carlos Sajuán, actual secretario general del PSOE-A.

Sin embargo, la apuesta marcadamente aperturista de los dirigentes del partido en Málaga a lo largo de los últimos meses ha marcado una pauta que tiene visos de ser el primer eslabón del cambio interno de los socialistas en Andalucía.

Carlos Sanjuán quiso acabar con la crisis del guerrismo en la provincia de Málaga, provocando la dimisión del secretario general de la provincia, el aperturista José Asenjo y proponiendo al diputado Rafael Ballesteros comohombre de confianza de Alfonso Guerra para dirigir los designios del partido en esta provincia.

Esta acción del aparato socialista en Andalucía sirvió de campo abonado para la primera gran lucha interna, que tendrá, a pesar de Carlos Sanjuán, su campo de batalla en el congreso provincial.

La militancia no parece estar dispuesta a aceptar las imposiciones que otrora recibía de la dirección regional o nacional, ya que la división entre guerristas y renovadores impide que la futura ejecutiva de Málaa sea fruto de una acuerdo consensuado entre las partes.

El propio Carlos Sanjuán ha llegado a cuestionar su propio futuro como secretario general de los socialistas andaluces, si mañana los aperturistas se hacen con el control en Málaga, puesto que además de ver cómo es rechazada su propuesta de dirección, el efecto "dominó" puede ponerse en marcha en Andalucía.

Hasta tal punto ha llegado el enojo de Carlos Sanjuán ante la más que previsible pérdida de los guerristas en Málaga, que se rumoreó qu podría haberse suspendido el congreso, si bien la mediación de importantes miembros del PSOE ha impedido tal acción.