Guerra, que fue entrevistado en "Los desayunos de Radio Uno", de Rne, afirmó que antes de decidir si sigue en la Vicesecrtaría comprobará que "el partido en su conjunto se siente satisfecho (con el congreso)". En su opinión, no se trata de "ver quién se queda con el silloncito", en referencia a la sustitución de Felipe González.

El `número dos' del PSOE, que dijo llevarse "bien" con González, reiteró que él no es `guerrista' y cuando se le pidió un resultado de la elección de delegados, afirmó que las opiniones en el partido se encuentran divididas a la mitad: un 40% de compañeros "de izquierda", en referencia a los `gurristas'; un 40% de `renovadores' y el 20% restante `integradores'.

Alfonso Guerra lanzó frecuentes andanadas contra sus adversarios, dentro y fuera del partido. Así, de los `renovadores' dijo que el objetivo inconfesable -"lo piensan, pero no lo dicen"- de muchos de ellos es "matar a Alfonso Guerra". Relató cómo ha escuchado "balbucear" a "alguno de estos" cuando le han preguntado qué es renovación.

Preguntado por el reto de Joaquín Leguina para que se pronunciara, Guerra respondió preguntándosequé títulos tiene para hacerlo, aunque no le citó por su nombre. "Eso son disparates de personas que no a todas horas son responsables de sus actos".

EL LAUDO Y EL LAUDANO

Respecto a quienes antes eran incondicionales suyos y ahora enemigos, el vicesecretario general socialista afirmó que él mismo decía a su reducido grupo de amigos: "Cuidado con éste, porque entre el laudo y el láudano (veneno) hay muy poca diferencia".

Alfonso Guerra dedicó sus habituales puyas al PP, como decir que ha escuchdo cosas inteligentes de dirigentes conservadores "generalmente fuera de España".

Reconoció que en algunas cosas discrepa del Gobierno, como cuando estaba en la Vicepresidencia, y atacó duramente la inclusión de independientes en el Ejecutivo.

En referencia a unas palabras del ministro de Economía, Pedro Solbes, en las que dijo que salga como salga el 33 Congreso Federal, el Ejecutivo no cambiará su política económica, Guerra dijo que "no tiene sentido y es una barbaridad que en un sistema democrtico no se puede aceptar".

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