"Hay que reclamar por parte de todos", explicó, "un mayor esfuerzo constructivo por dialogar, negociar, aproximar posturas e intentar llegar a acuerdos, desde la convicción de que todos saldremos beneficiados son los acuerdos y los sindicatos lograrán una mayor representación y peso político y social, si están dispuestos a asumir su propia responsabilidad en el diálogo. Los desacuerdos, en cmbio, no benefician a nadie".

Guerra advirtió de los peligros que pueden acarrear los apoyos nacionalistas a la gobernabilidad del país, reclamó una atención preferente a colectivos como los jóvenes en paro, los jubilados y las mujeres y abogó por el mantenimiento de las conquistas sociales del Estado del Bienestar.

El "número dos" del Partido Socialista hizo estas reflexiones durante su intervención en el acto de presentación de varias publicaciones de la Fundación Sistema y la Fundación Jaime Vra, que tuvo lugar en un hotel madrileño.

Guerra, que aprovechó su discurso para dar a conocer algunos de sus postulados con vistas al 33 Congreso Federal, puso de relieve que sus únicos adversarios son los que se oponen al socialismo y a las ideas de progreso y equidad social. "Me opondré", enfatizó, "a quien quiera dividirlo o diluirlo (el socialismo) y haré oidos sordos a todos los que dicen que se han acabado los tiempos del socialismo".

Tras expresar su preocupación por la situación actual qe atraviesa el socialismo, Guerra subrayó que en estos momentos hay que actuar con un "gran rigor y tolerancia, y con un gran sentido de la acción solidaria y disciplinada. Hay que hacer un esfuerzo real de integración política y de equilibrio responsable, que no frustre ni excluya a nadie".

DEBATE DE IDEAS

Apostó por un "debate de ideas" basado en los problemas que interesan a los ciudadanos, sin refugiarse en filosofías al margen de la realidad política, "entre el afán de la utopía que caracterizaal pensamiento progresista y los programas concretos que deben considerar todos los aspectos de la realidad política".

Guerra, que hizo hincapié en que la política no puede entenderse como una lucha de poder desnuda y carente de sentido por posiciones personales, aseguró que el socialismo tiene que seguir siendo respetado por su "coherencia y su sentido de la lealtad política y por su capacidad para contribuir a la estabilidad política y a la gobernabilidad de España".

En su opinión, el principalreto de los socialistas es lograr un nuevo impulso político y presentar propuestas acertadas que generen la confianza de los ciudadanos y con las que se identifiquen los sectores sociales mayoritarios.

Una vez definido el programa, Guerra se refirió a los "apoyos estratégicos" con los que hay que contar, citando entre ellos a los que se han encuadrado dentro del denominado "bloque social de progreso", en el que las clases trabajadoras "han ocupado un lugar central", indicó.

Durante su intervenció, Guerra puso sobreaviso de algunos riesgos que pueden afectar al horizonte político, citando entre ellos el tratamiento de la cuestión autonómica y, aunque sin hacer mención expresa, el apoyo parlamentario de los nacionalistas catalanes al Gobierno.

APORTACION DE VOTOS

"Hay que tener mucho cuidado", agregó, "con las imágenes que puedan proyectarse de utilizar una eventual 'aportación de votos' como permanente presión sobre la gobernación de España. Hay que actuar, por ello, con un gran rigor en la olítica de alianzas, siendo capaces de mantener una visión integradora y, a la vez, plural de la idea de España en el marco de la inserción europea".

Para Guerra, el socialismo tiene que continuar demostrando su capacidad para vertebrar eficazmente el Estado, "en contraste con una derecha española que nunca hasta ahora ha sido capaz de articular un proyecto democrático vertebrador de España".

Otro de los riesgos apuntados por el dirigente socialista es la insuficiente atención a colectivos como jvenes con problemas de empleo o vivienda, jubilados y mujeres, así como la falta de referentes políticos por parte de los sindicatos, "debido a la dinámica política de los últimos años y a su forma de entender la autonomía sindical".

El vicesecretario general del PSOE calificó de "irrenunciables" las conquistas sociales del Estado del Bienestar y justificó su existencia como una necesidad política y económica. "Su puesta en cuestión", aclaró, "no sólo es injusta, sino que puede implicar una modificacin de todos los equilibrios alcanzados, poniendo en riesgo la estabilidad alcanzada en uno de los periodos de mayor paz social y política que se ha conocido en Europa".

Sobre el 33 Congreso Federal, expresó sus deseos que de que sea un éxito y recalcó que el único socialismo con futuro será un socialismo unido, "con un proyecto que refleje voluntad transformadora, inconformismo contra las situaciones de injusticia, un sano optimismo, un compromiso de solidaridad y un gran sentido de la responsabilidad ersonal y grupal".