Así lo denunciaron en declaraciones a Servimedia Lorenzo Ramos (UPA), Pedro Barato (Asaja) y Miguel López (COAG), máximos representantes de estas tres organizaciones.

Ramos, secretario general de la UPA, considera que esta guerra de precios "da la razón a las denuncias de los agricultores sobre los amplios márgenes por parte de las cadenas de alimentación y evidencia que el mercado carece de transparencia".

Por ello, exigió a la Administración que "ponga todos los medios para que llegue esta transparencia y se permita que haya precios ajustados para el consumidor y que los supermercados ganen lo que realmente tengan que ganar, garantizando que los productores cubran sus costes".

"El mercado está absolutamente manejado por la distribución y el Gobierno debe poner orden", reiteró Ramos, quien agregó que otra evidencia de este desequilibrio es que todas las cadenas han incrementado beneficios en 2008, pese a la crisis económica.

MENTIRAS Y ROBOS

En la misma línea, Pedro Barato, presidente de Asaja, señaló que "las propias empresas de distribución están dejando al descubierto sus mentiras de los últimos tiempos, cuando afirmaban que no tenían margen para bajar los precios", por lo que calificó "como auténtica aberración lo que están haciendo ahora".

Para Barato, esta guerra de precios "es una excusa para que bajo el paraguas de la crisis las cadenas sigan comprándole barato al productor, con la consecuencia directa de que se agrave su permanente ruina, apareciendo encima como los salvadores de los consumidores".

Además, ve también con preocupación el aumento en los lineales de los productos de marca blanca, ya que "con ello se obliga también a la industria a bajar sus precios, lo que repercute también en el agricultor". Por todo ello, instÓ también al Gobierno a que intervenga.

Finalmente, Miguel López, secretario general de COAG, afirmó que "todo esto viene a demostrar que nos están robando y machacando tanto a nosotros, los productores, como a los consumidores".

"El sistema no funciona y tendría que haber capacidad por parte del Gobierno de defender el interés general, que está más en manos de todo el mundo que en las de cuatro empresarios que están amasando fortunas", prosiguió.

A este respecto, recordó que la diferencia media de precios entre lo pagado a los productores y lo cobrado a los consumidores supone multiplicar por cinco dichos precios y concluyó que "esto es inaceptable que continúe siendo así".