La causa de la disputa se debe a que este panadero se niega a incrementar el precio del pan en un 35 por ciento, como han hecho la mayoría de las panaderías de a ciudad.

Otro panadero denunció también ante la policía daños en su establecimiento, en el que unos desconocidos sellaron las puertas con silicona. Los hechos se produjeron cuando este industrial decidió fabricar pan en domingo, en contra de la práctica habitual.

Los panaderos aseguran que el incremento del precio era necesario después de cuatro años en los que permaneció inalterado. Sin embargo, la Unión de Consumidores (UCE) denunció ante el Tribunal de la Competencia la subida.

María Angles Martín, abogada de la UCE, señaló a Servimedia que la ley y el Tribunal de la Competencia no consideran necesario un acuerdo formal, sino que les basta con que la subida sea homogénea para entender que se quiebra el principio de libre mercado y de libre competencia.

Alfonso Ibáñez, de la UCE de Jaén, asegura que la subida no es legal, puesto que le consta que se produjo un acuerdo entre los fabricantes para influir en el precio. Por su parte, Rafael Cano, presidente de la asociación de fabricantesy expendedores de pan, insiste en que la asociación no promovió ningún acuerdo.

En caso de demostrarse que hubo acuerdo entre los panaderos para subir el precio, la sanción económica se establecerá en relación con el daño hecho a los consumidores.