Según inormó a Servimedia un portavoz de la Delegación del Gobierno en Navarra, el guardia segundo, cuya identidad no ha sido facilitada, abandonó las dependencias de la Comandancia de Vera sobre las cinco de la madrugada, provisto de un Cetme con dos cargadores y de una pistola.

Una vez en la calle, realizó numerosos disparos contra establecimientos comerciales y automóviles aparcados en las inmediaciones, aunque no alcanzó a ninguna persona.

Tras disparar contra dos perros que vigilaban una finca, el aente de la Benemérita, que en todo momento fue seguido por otros compañeros del cuartel, se disparó un tiro en la cabeza.

Según diversas fuentes consultadas, el guardia civil tenía sus facultades mentales perturbadas. Hace dos semanas sufrió un accidente de tráfico del que salió ileso y varios años antes tuvo otro percance automovilístico en el que su coche quedó calcinado.

El protagonista del suceso llevaba un año y medio destinado en Vera de Bidasoa, localidad muy próxima a la frontera francesa y anteriormente había estado en otras localidades navarras.