En la operación ha sido desarticulada una red internacional de narcotraficantes que mantenía contactos en Colombia, Francia y Gran Bretaña.

Las investigaciones comenzaron en Alicante en enero de 2002, tras el esclarecimiento por la Guardia Civil del asesinato de A.G., de nacionalidad armenia, cuyo cadáer su hallado en la localidad alicantina de Rojales y que fue víctima de un ajuste de cuentas.

Los agentes descubrieron que la víctima pertenecía a una importante red de narcotraficantes de cocaína entre Sudamérica y España, cuyos dirigentes decidieron matarle debido a ciertas discrepancias.

Seguidamente fueron identificados los integrantes de la red, que estaban preparando la introducción en España de un importante cargamento de cocaína a bordo de un velero, que fue interceptado al arribar al purto de Gibraltar y cuyos tripulantes -un español, un británico y un esloveno- fueron detenidos. La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones.