Con el refuerzo de la vigilancia en las estaciones invernales el cuerpo armado pretende "garantizar la seguridad ciudadana y la protección del medio ambiente en los centros de descanso invernal", según la dirección general.

La organización del plan corre a cargo de los jefes de las comandancias de Madrid-Exterior, Segovia, Granada, Girona, Huesca y Lleida. También participan las unidades territoriales y especializadas de la Guardia Civil de cada una de las zonas donde hay estaciones.

Las unidades de montaña tendrán el cometido genérico de informar, socorre y auxiliar a los ciudadanos, además de colaborar en la evacuación de heridos. Su labor principal será mantener la seguridad y el orden público en las pistas y mantener un retén permanente de intervención en accidentes de montaña.

Por su parte, las unidades territoriales se centrarán en la prevención, persecución e investigación de hechos delictivos. Mantendrán abiertas durante las mañanas una oficina de denuncias, vigilarán en especial urbanizaciones y aparcamientos en zonas de vacaciones y estableceán servicios especiales de represión del narcotráfico.

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza controlarán los vertidos y desagües de las urbanizaciones y estaciones, las obras de acondicionamiento, las talas de árboles y los caminos forestales prohibidos a la circulación de vehículos.

Este dispositivo especial se ha puesto en marcha por la masificación creciente de los centros vacacionales de invierno, que ha provocado un aumento de los delitos, los problemas de tráfico y los accdentes de montaña.

La "Operación Blanca" servirá también a la Guardia Civil como entrenamiento para las funciones que tendrá que desarrollar en los Campeonatos Mundiales de Esquí Alpino de Sierra Nevada (Granada) y en la Universiada de Huesca, que se celebrarán en los próximos meses.