Entre las tres operaciones, los agentes se han incautado de joyas por valor de 20 millones de pesetas, una pistola, una máquina para falsificar documentos, cinco vehículos y 60 documentos de identidad, la mayoría de ellos falsos, según informa la Benemérita.

La primera de las operaciones se inició en el verano del pasado año, cuando se detuvo en Castellón a un mujr española y otra rumana por secuestrar y coaccionar a mujeres para ejercer la prostitución.

Las investigaciones permitieron a la Guardia Civil averiguar que dos hermanas, menores de edad y de nacionalidad rumana, podrían estar secuestradas en algún lugar de la costa de Alicante. Posteriormente, los agentes descubrieron la existencia de dos chalets en Campello (Alicante) y cuatro domicilios en Alicante capital, desde donde varias mujeres rumanas eran trasladadas a un club de alterne de Guardamar del Sgura (Alicante), en el que eran obligadas a prostituirse.

Más adelante fueron liberadas tres mujeres que se encontraban secuestradas en uno de estos domicilios y se detuvo a siete personas de nacionalidad belga, rumana, chilena, dos moldavas y dos españoles.

A continuación, los agentes localizaron un nuevo domicilio en Torrevieja (Alicante), en el que fueron liberadas otras tres mujeres y detuvieron a tres personas, todos ellos de nacionalidad rumana. Fruto de todas estas detenciones, los investiadores pudieron averiguar la existencia de otra red dedicada a la trata de blancas, que ha sido desarticulada entre los días 10 y 12 de este mes.

En esta última operación fueron detenidos ocho personas rumanas, dos de ellas con pasaporte húngaro falsificado. Todos ellos eran miembros de una organización dedicada al secuestro de mujeres para obligarlas a ejercer la prostitución. También fueron detenidas otras cuatro ciudadanas rumanas y dos húngaras por el delito de falsificación de documentos.

Po otra parte, en una operación desarrollada en Valencia, ha sido detenido el ciudadano rumano N.P.P. como autor de los delitos de amenazas, coacción para ejercer la prostitución y falsificación de documentos. Fruto de esta operación han sido liberadas otras dos mujeres rumanas, a las que el detenido obligaba a prostituirse, bajo amenaza de muerte sobre ellas y sus familiares.