Según informó el instituto armado este viernes, los agentes decidieron inspeccionar una bolsa antes de ser embarcada en la bodega de avión, al tener sospechas fundadas de que la misma pudiera contener algún objeto prohibido.

Se trataba de un equipaje RUSH (equipaje que indica máxima prioridad en su envío y viaja sin su propietario), por lo que se procedió a la localización de la dueña de la bolsa, y a la apertura del bulto, hallando en su interior diez teléfonos móviles de alta gama.

Los guardias civiles preguntaron a esta persona si podía presentar algún documento o justificante que acreditase la legitima procedencia de los terminales, no pudiendo aportar documentación alguna.

SIETE MÓVILES ROBADOS

Ante estos hechos los teléfonos fueron incautados, haciéndose cargo en ese momento la UDAIFF (Unidad de Análisis e Investigación Fiscal y de Fronteras) del aeropuerto de Bilbao de las investigaciones, con el objetivo de esclarecer el origen de los móviles.

Los agentes pudieron averiguar que siete de los diez terminales habían sido sustraídos, concretamente tres en Bilbao, dos en Pamplona y dos en Bayona (Francia).

Los agentes localizaron a los propietarios de los móviles, a quienes les fueron devueltos sus smartphones. La propietaria del equipaje está siendo investigada por un delito de receptación.