La intervención policial se inició a raiz de una denuncia interpuesta por la marca comercial "Grupp Internacional", fabricante del citado calzado, que había detectado la existencia de cientos de pares de zapatos copiando su marca.

Tras inspeccionar diez comercios de venta al público en Madrid y otro en la localidad de Getafe, todos ellos pertenecientes a conocidas cadenas de zapaterías, la Guardia Civil se incautó de 2.049 pares de zapatos, cuyo valor en el mercado alcanzaría la cifrade 31 millones de pesetas.