La operación en la que ha sido detectado este nuevo método utilizado por los delincuentes, desarrollada en Alicante, se ha saldado con la detención de dos personas de origen rumano, autores de numerosos fraudes en toda la costa levantina, cuyo valor podría alcanzar los 36.000 euros, según informó hoy la Dirección General de la Guardia Civil.

Las investigaciones se iniciaron al dtectarse un aumento de denuncias por uso fraudulento de tarjetas de crédito, fundamentalmente en las zonas de Benidorm y Torrevieja, en la provincia de Alicante.

Gracias al dispositivo desplegado por la Guardia Civil, los agentes sorprendieron "in fraganti" a dos personas cuando instalaban micro-cámaras en Torrevieja. Se trata de G.D.V., de 26 años, y M.D., de 30.

Los delincuentes colocaban un lector de tarjetas en la entrada del habitáculo de los cajeros automáticos, similar al que habitualmentese usa para abrir la puerta, que previamente había sido forzada por los detenidos.

De esta manera, conseguían copiar la banda magnética de las tarjetas de crédito y a continuación grababan con la cámara la clave que sus víctimas tecleaban en el cajero. Una vez conseguida la banda magnética y la clave, elaboraban una réplica de la tarjeta de crédito y sacaban dinero de los cajeros o realizaban compras.