La operación, que ha sido bautizada con el nombre de "cristalazo" y que continua abierta, se inició cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de personas que podrían estar dedicadas al narcotráfico en San Lorenzo del Escorial, en Madrid.

Tras las primeras investigaciones, se establecieron unos dispositivosde vigilancia que permitieron identificar y detener a los presuntos integrantes de la organización, quierens tomaban medidas de contravigilancia para evitar ser descubiertos.

Tras la detención, la Guardia Civil pudo localizar cuatro domicilios en El Escorial y en Galapagar, en los que se intervinieron cerca de 200 gramos de cocaína, más de 180 de éxtasis, más de 500 de hachís y otros 260 de marihuana, 31 plantas de esta hierba y semillas.

Además, la Guardia Civil se incautó de una pistola simulad y otra de aire comprimido, 7 armas blancas, más de 5.000 euros, 5 vehículos, sellos para identificar a la organización en sus paquetes de droga, un libro con doble fondo para el traslado del estupefaciente, cápsulas vacías de rellenado y varios teléfonos móviles.

Según la Guardia Civil, estas detenciones han permitido la desarticulación de la red más importante de distribución de sustancias estupefacientes de la zona noroeste de Madrid, debido a la amplia variedad de sustancias que distribuían.

ara pasar desapercibidos, los integrantes de la red se citaban previamente con sus clientes en lugares donde había gran afluencia de personas, como apeaderos de tren y bares de copas de San Lorenzo de El Escorial, El Escorial, Galapagar y Villalba, o bien en los domicilios de la organización.