La denominada "Operación Peña" se inició al detectarse un punto de venta de drogas en la puerta de una discoteca de Estepa (Sevilla), a la que acudían jóvenes para adquirir sus dosis de cocaína para la semana o para el sábado y el domingo.

Los vendedores no disponían de grandes cantiddes de droga en su poder y permanecían en contacto con la organización a través de teléfonos móviles. Así, los primeros especificaban por teléfono la cantidad de droga que se iba a vender y los mayoristas se desplazaban desde Écija (Sevilla) hasta el punto de venta para entregar la dosis de estupefaciente.

La Guardia Civil comprobó que la organización estaba integrada por tres personas, quienes para evitar tener grandes cantidades de cocaína, realizaban frecuentes desplazamientos a Madrid para adquirila.

Como resultado de la operación, la Benemérita detuvo a cuatro personas en Estepa (Sevilla) y otras tres más en Santa Elena (Jaén), cuando se desplazaban desde Madrid hasta Sevilla. Además, la Guardia Civil se incautó de más de 1.200 dosis, más de dos millones de pesetas y varios teléfonos móviles.