Las investigaciones comenzaron a principios del 2001, cuando un vecino de la localidad cacereña de Albalá de Caudillo denunció haber sufrido golpes y amenazas de murte por parte de de dos trabajadores de la empresa "La sombra del moroso", con la finalidad de cobrar una supuesta deuda de tres millones de pesetas.

En esta operación, la Guardia Civil ha detenido a empleados de otras cinco empresas de cobros por emplear medios coactivos, procedimientos que en algunos de los casos llevaron a sus víctimas al suicidio.

Conocidos los hechos, la Guardia Civil montó un dispositivo y difundió la denuncia entre los medios de comunicación para provocar un "efecto llamad" a otros posible afectados por las actividades de esta red.

Más de medio millar de personas han denunciado, hasta el momento, haber sido objeto de extorsiones, amenazas o coaciones por la red ahora desarticulada. Por su parte, la Benemérita asegura que la banda disponía de información de más de nueve mil empresas y particulares.