El ICG tiene en cuenta 23 variables distintas y se mide entre el 0, que determina que las aguas están muy contaminadas, y el 100, que describe aguas totalmente limpias.

Según este criterio, la cuenca Norte es la más limpia, junto con la del Duero. La cuenca Norte tiene 17 estaciones con resultados excelentes (entre 100 y 85), 5 con lectura buena (entre 85 y 75), y ninguna en el tramo intermedio (entre 75 y 65), admisible (entre 65 y 50) o inadmisible (or debajo de 50).

En el caso del Duero, 18 estaciones dieron resultados excelentes, 10 buenos, 9 intermedias, 2 admisibles y 0 inadmisible.

Los peores resultados corresponden a la cuenca del Guadiana, donde 13 estaciones dieron resultados inadmisibles, en la provincia de Ciudad Real principalmente, 11 admisibles, 11 intermedios, 12 buenos y 9 excelentes. En el Júcar fueron 8 las que registraron niveles de contaminación inadmisibles, 15 admisibles, 20 intermedios, 7 buenos y 3 excelentes.

La ayoría de las cuencas se sitúan en la banda media de la tabla. Así, el Ebro tiene tan sólo una estación con resultados excelentes, 42 en buen estado, 27 en situación intermedia, 7 en estado admisible y 2 en situación inadmisible.

El Segura cuenta con dos puntos de control excelentes, 9 buenos, 5 intermedios, 6 admisibles y 7 inadmisibles. En el Guadalquivir existe 1 estación de estado excelente, 5 buenas, 11 intermedias, 11 admisibles y 4 inadmisibles.

Finalmente, el Tajo cuenta con 6 estaciones on resultados excelentes, 14 buenas, 9 intermedias, 13 admisibles y 4 inadmisibles.

En total, 57 de las estaciones de análisis distribuidas por todo el territorio nacional para controlar la calidad de las aguas superficiales han arrojado niveles excelentes de limpieza, 110 tienen una buena calidad, 98 cuentan con resultados intermedios, 65 con una situación admisible y 41 están por debajo de los niveles de contaminación admisibles.