Los portavoces de los grupos parlamentarios recibieron anoche por teléfono la noticia de que no tendrían esta semana información del Ejecutivo, con lo que se reducen las posibilidades de que el Gobierno comunique en septiembre el estado en que se encuentra el proceso de paz.

Los interlocutores del Ministerio del Interior hablaron por teléfono con los portavoces de los grupos, aunque en algún caso la decisión de no mantener contactos esta semana se comunicó por "SMS" en el teléfono móvil, según informaron fuentes parlamentarias.

Este no fue el caso del coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quien tuvo ocasión de hablar sobre el análisis que hace el Gobierno de la aparición de tres encapuchados para reivindicar el mantenimiento de la lucha armada, según informaron a Servimedia fuentes de la coalición.

Esta formación reitera su respaldo al Gobierno y el respeto a los tiempos que éste marque, aunque reclama más transparencia y que haga partícipes a todas las fuerzas parlamentarias de este proceso, sea cual sea el momento en que se encuentre, sin perjuicio de la necesidad de mantener la discreción y prudencia ante la opinión pública.

SÓLO LO POSITIVO

El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, fue informado exclusivamente sobre la decisión de posponer los contactos, tal y como indicaron a Servimedia fuentes parlamentarias, que expresaron su malestar por la decisión del Gobierno de no compartir con los grupos las dificultades del proceso y hablar exclusivamente cuando tiene algo "positivo" que trasladar.

En cuanto a ERC, fuentes del grupo parlamentario resaltaron la importancia de que la sociedad reciba señales de que el proceso avanza, requisito fundamental para que mantenga la confianza en el Ejecutivo, y ni el acto del fin de semana ni la decisión del Gobierno de no conversar con los grupos contribuye a este mensaje positivo.

Por lo que respecta al PP, fuentes de esta formación indicaron que se trata de un nuevo incumplimiento de los pasos anunciados por el Gobierno, y que empezaron a quebrantarse con la decisión del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, de informar en rueda de prensa del inicio de los contactos con ETA, en lugar de hacerlo en conversaciones con el las formaciones políticas.