Los grupos ecologistas señalan que los recursos de la isla están siendo esquilmados por la intensa actividad pesquera que registra la zona.

Los bancos de crustáceos y de peces de Alborán constituyen un objetivo de primera importancia para la flota andaluza y especialmente para la de Almería. Parte de la flota marroquí frecuenta también los caladeros de Alborán al amparo de la noche y asimismo numerosos barcos de recreo practican la pesca en esa zona.

Las asociaciones ecologists denuncian que incluso se da con frecuencia la pesca con equipos autónomos de buceo, aprovechando que la vigilancia ha cesado desde hace meses.

Itaca teme que en las esquilmadas paredes en las que no hace muchos años abundaba el coral rojo, hoy se siga arrancando lo poco que dejaron los coraleros que usaban la "barra italiana".

Por su parte, representantes del grupo ecologista Mediterráneo, de Almería, han manifestado su intención de dirigirse al ayuntamiento almeriense, al que pertenece adminisrativamente la isla de Alborán, para que proponga a la Junta de Andalucía o a la administración central la protección legal de la isla y su entorno.