Esta convocatoria ecologista, bajo el lema "Salvemos el clima ¡ya!" y que coincidió con la celebración del Día Mundial de la Tierra, comenzó en la Plaza de Jacinto Benavente y terminó frente a la sede del Museo Reina Sofía. A ella se unieron, además, diversas plataformas en representación de ciudadanos y ciudadanas preocupadas por el cambio climático, como la denominada "Toledo por un aire limpio" (que solicitaba el cese de la incineración de residuos en cementeras), así como representantes de Izquierda Unida y del sindicato CCOO.

Durante la manifestación, a la que asistieron varios centenares de personas, se mostraron carteles y pancartas con lemas como "no más CO2", "frenemos el cambio climático", "más energías renovables y menos nuclear", por parte de los ecologistas, o "no más presas para Madrid", "térmicas no", "por los limpios cauces del río Tajo" o "cierre nocturno del aeropuerto ¡ya!", por parte de las plataformas de acción ciudadana.

Entre las medidas que, según los asistentes a esta convocatoria, "se deben abordar urgentemente", destacan el mayor impulso a las energías renovables y al ahorro energético, punto en el que pidieron, además, la "ejemplaridad de las administraciones públicas"; objetivos de reducción de emisiones "mucho más ambiciosos"; un Plan Nacional de Asignación de Emisiones que reduzca los derechos de emisión de las industrias y, especialmente, del sector eléctrico; una reforma fiscal que grave los combustibles fósiles y una revisión del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT), para incentivar el uso racional del vehículo privado y el fomento del transporte público.

Además, solicitaron la puesta en marcha de campañas de sensibilización ciudadana y de educación ambiental, así como un plan de cierre progresivo de las centrales nucleares.

En declaraciones a Servimedia, la responsable del Programa de cambio climático de WWF/Adena, Mar Asunción, quien se refirió al cambio climático como "al principal problema al que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI", alertó de las consecuencias sociales, económicas y medioambientales que tendrá en el futuro "si no tomamos medidas drásticas en esta materia y que ya se están viendo".

Por su parte, el portavoz de Ecologistas en Acción, Pablo Cotarelo, insistió en que "si no se actúa, serán cada vez más numerosas las catástrofes naturales, como los huracanes, tormentas tropicales, sequías y otros fenómenos devastadores que vimos cómo asolaron el planeta en 2005".

Por último, el director de Greenpeace, Juan López Uralde, se pronunció en esta misma línea diciendo que "ya es hora de demandar un cambio de política energética que promueva definitivamente el uso de energías renovables y deseche los combustibles fósiles y la energía nuclear".

Una vez finalizado el recorrido previsto por las organizaciones convocantes, el cantautor Luis Eduardo Aute se hizo cargo de la lectura de un manifiesto realizado de forma conjunta por las organizaciones ecologistas citadas.

Tras dar la bienvenida a la que llamó "la invitada de honor", refiriéndose a la lluvia, leyó el documento, en el que se recuerda que el cambio climático "nos afecta a todos"·, Algunos de los datos mencionados para argumentar su preocupación fue la alusión al año 2005 como el más cálido desde que se tienen registros, a España como "al país de la Unión Europea más alejado de cumplir el Protocolo de Kyoto", a la redución de los glaciares durante el pasado siglo o las cuantiosas pérdidas agrícolas registradas el año pasado, valoradas por las organizaciones en torno a los 2.000 millones de euros.

El manifiesto también hizo referencia a algunas de las demandas de las plataformas ciudadanas presentes, como la solicitud de frenar "el desmesurado crecimiento urbanístico que está experimentando España", y se criticaron, además, determinadas actuaciones, como las obras de ampliación de la M-30 o del aeropuerto de Barajas, en la Comunidad de Madrid.