Ese consenso, puesto ahora en cuestión, comenzó hace dos años con mtivo de las acusaciones que, fundamentalmente, el PP e Izquierda Unida lanzaron contra el PSOE por las irregularidades de voto registradas en Galicia y Melilla en las elecciones generales de 1989.

José Beviá comentó hoy que fueron esas "exageraciones y calumnias" las que provocaron una "reacción" de partidos como el PSOE, CDS o los nacionalistas vascos y catalanes.

"Cuando algunos, con tal de erosionar al PSOE, no paraban en cuestionar algunos elementos del sistema democrático, una serie de fuerzs políticas quisimos transmitir que en España el comportamiento general de los políticos es honesto y los procesos electorales limpios", concluyó al respecto.

El secretario general del Grupo parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados negó, sin embargo, que estos dos años de consenso sobre aspectos fundamentales de la democracia española hayan estado basados en un "bloque cerrado" de acuerdos sobre aspectos concretos de gobierno.

Son precisamente esas cuestiones de gobierno las que qieren consensuar el Ejecutivo de la nación y el PSOE a partir de ahora, para mantener el pacto durante los dos años que restan de legislatura, según declaró ayer a "El País" el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Eduardo Martín Toval.

Martín Toval, que hizo el anuncio coincidiendo con los avisos de "distanciamiento" del PSOE por parte de centristas, y nacionalistas vascos y catalanes, reveló que iniciará en breve conversaciones formales para tratar de recuperar el diálogo.

Entre las cuetiones a consensuar, el portavoz socialista citó la postura española ante la CE en relación con la Unión Política y Económica, el pacto de competitividad o la reforma del Estado de las autonomías.