UN GRUPO DE ISRAELÍES DENUNCIARÁ AL PRESIDENTE DE IRÁN ANTE EL TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL POR INCITAR AL GENOCIDIO
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Un grupo de israelíes presentará el próximo mes una denuncia ante el Tribunal Penal Internacional contra el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, por incitación al genocidio.
La denuncia está liderada por el ex embajador de Israel ante la ONU Dore Gold, y sus principales puntos han sido publicados por la prensa israelí.
Se basa en la convención de Naciones Unidas sobre prevención y persecución de los delitos de genocidio, suscrita en 1948, justo después de la Segunda Guerra Mundial.
Según esa convención, se considera ofensa criminal la incitación directa y pública al genocidio, entendido como "intento de destruir, en su totalidad o en parte, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso".
Los promotores de la denuncia, que además de Gold son otros ex embajadores y altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, consideran que las repetidas declaraciones de Ahmadinejad instando a la destrucción de Israel y a borrarlo del mapa son una vulneración de la convención de Naciones Unidas sobre el genocidio.
Pero añaden, además, que suponen una vulneración de la esencia misma de Naciones Unidas y de su texto fundacional, que prohíbe expresamente a un miembro de la organización llamar a la destrucción de otro.
Los promotores de la denuncia dicen que no pueden seguir callados mientras un país como Irán proclama abiertamente su deseo de destruir Israel, y se preguntan qué ocurriría en la comunidad internacional si fuera Israel quien proclamara públicamente su intención de borrar del mapa a alguno de sus vecinos.
Recuerdan que la población y el territorio de Israel es muy inferior al de Irán, que además está incrementando notablemente su poderío militar y que está actuando en la práctica, a través de Hezbolá, contra Israel. La denuncia recuerda que la convención de la ONU pretende "prevenir" genocidios, por lo que la incitación a cometerlo es un crimen en sí mismo, "sin que sea necesario esperar a que se cometa" para condenar ese comportamiento. Las relaciones entre Irán e Israel se deterioraron considerablemente tras la revolución islámica de 1979. Desde entonces las proclamas de Teherán contra Israel se han incrementado, hasta que Ahmadinejad ha llamado reiteradamente a los musulmanes del mundo entero a "borrarlo del mapa". Los promotores reconocen serios obstáculos, jurídicos y políticos, para que la denuncia prospere, pero confían en generar un debate legal sobre las proclamas del presidente iraní.
Dicen, por ejemplo, que los argumentos que se esgrimen contra el régimen de Irán se están basando sobre todo en su programa de enriquecimiento de uranio, y en la comunidad internacional se identifican con sectores políticos conservadores.
Su propósito es que otros sectores, liberales, progresistas, defensores de los derechos humanos y de la democracia, entiendan que Irán está llamando a cometer un genocidio contra un Estado entero y contra todos sus habitantes.
Para ello, tienen previstos distintos actos por varios países, y cuentan ya con el respaldo, por ejemplo, del ex ministro de Justicia de Canadá Irwin Kotler, convencido de que su país debe reclamar una investigación internacional contra Ahmadinejad. "Los genocidios", dice, "siempre empiezan con palabras".
(SERVIMEDIA)
26 Ago 2006
CLC