EL GRUPO IBERIA NO TENDRA PERDIDAS EN 1992, SEGUN SU PRESIDENTE
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El presidente del Grupo Iberia, Miguel Aguiló, manifestó hoy en rueda de prensa que las perspectivas del grupo para este ejercicio "no son muy prometedoras", aunque señaló que 1992 "será un año equilibrado, en el que no habrá claros beneficios ni pérdidas".
Aguiló, que presentó hoy los resultados económicos del Grup Iberia correspondientes al ejercicio 1991, dijo que "1991 ha sido el peor año de la historia de la aviación comercial desde la II Guerra Mundial, como consecuencia de la Guerra del Golfo Pérsico y de la desaceleración de la actividad económica".
El año pasado, el Grupo Iberia registró unas pérdidas de 35.212 millones de pesetas, 21.112 millones más que en 1991. La compañía Iberia tuvo unas pérdidas de 35.893 millones, un 157 por ciento superiores a las del año anterior. La otra compañía del grupo másimportante, Aviaco, cerró el ejercicio con unos beneficios brutos de 2.998 millones de pesetas.
El responsable de Iberia señaló que es prematuro dar cifras sobre las previsiones del grupo para 1992, ya que "estamos iniciando la temporada alta turística y todavía es una incógnita cómo se desarrollará".
Explicó que las perspectivas del grupo estarán marcadas por la liberalización del tráfico que prepara en la CE y que el objetivo del Plan Estratégico de Iberia, del que dijo que está en un grado avazado de cumplimiento, es hacer frente a esa contingencia.
Aguiló destacó las inversiones realizadas en 1991 en la compra de compañías iberoamericanas y resaltó que no invertir en prepararse para afrontar los cambios que supondrá la liberalización del transporte aéreo, especialmente en el tamaño de las compañías, "sería una gravísima irresponsabilidad".
Respecto a posibles alianzas de Iberia con otras compañías europeas, manifestó que "no es prioritario ahora insistir en la política de alianzas, anque ello no quiere decir que rechacemos las alianzas en el futuro". A su juicio, "Iberia tiene que centrarse en el cumplimiento y maximización de su Plan Estratégico y luego podrá pensar en alianzas".
REPERCUSIONES DEL AVE
En cuanto a las repercusiones en las compañías del grupo del tren de alta velocidad AVE entre Madrid y Sevilla, Aguiló señaló que "no estamos preocupados por lo que sucede ahora, porque el número de visitantes a Sevilla con motivo de la Expo es tan alto que incluso es un alivio". Señaló que los problemas se plantearán a partir de octubre y noviembre, cuando finalice la Expo. Según Aguiló, anualmente viajan entre Madrid y Sevilla alrededor de un millón de hombres de negocios y el 35 por ciento de ellos vienen a la capital de España para conectar con otros vuelos, por lo que ese porcentaje no utilizará el AVE.
Por ello, dijo que el mercado a repartir entre el AVE y el avión es de 650.000 viajeros al año. A su juicio, para transportar a 325.000 personas al año no se necesitaun tren de alta velocidad, por lo que insistió en que el AVE estará obligado a poner en marcha nuevos tráficos entre Madrid y Sevilla.
Para Aguiló, "ni con 325.000 pasajeros ni con un millón se puede desarrollar un tren de alta velocidad. El AVE es un plan de inversiones mucho más ambicioso". Añadió que en el caso de que el AVE llegue a Barcelona ocurrirá lo mismo, ya que, a su juicio, serían necesarios 6 millones de pasajeros al año para que el tren funcionara "adecuadamente".
El presidente del rupo Iberia aseguró que, si Renfe consigue aumentar los tráficos actuales entre Madrid y Sevilla y entre la capital de España y Barcelona, "ello nos beneficiará a todos".
AMPLIACION DE BARAJAS
Aguiló se refirió también a la ampliación el aeropuerto de Barajas y dijo que están esperando a que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes presente su plan. Señaló que es un "problema muy importante en el que se ha avanzado muy poco".
El presidente del Grupo Iberia cifró en unos 135.000 millones depesetas el coste de estas obras (90.000 para la nueva terminal de pasajeros, 30.000 para pistas y aparcamientos y 15.000 para accesos y servicios auxiliares). Aguiló dijo que la capacidad presupuestaria del ministerio "está exhausta", por lo que defendió la entrada del capital privado en la financiación de las obras.
En cuanto a la posible privatización de parte de Iberia, señaló que "el Estado no soltará nunca completamente el control de la compañía, pero tampoco sacraliza el 51 por ciento, un porcenaje inferior sería suficiente".
No obstante, dijo que hay otras fórmulas como la salida a Bolsa, de la que dijo que no será posible hasta 1995 por los resultados económicos de la empresa, y los acuerdos estratégicos con otros socios que aporten a la compañía algo más que capital.
(SERVIMEDIA)
03 Jun 1992
NLV