Aunque necesita ser ratificado por el consejo de administración y por la junta general de accionistas de Fomento, el presidete de esta sociedad, José Sestero, ha anunciado la intención de Gallardo de adquirir la fábrica de laminados, lo que permitirá a Fomento desinvertir los 228 millones de pesetas que hace un año tuvo que aportar para sacar a flote la acería, dinero que sería empleado para generar nuevos proyectos empresariales en la región.

Con la adquisición de Transidesa, Alfonso Gallardo pretende, según ha asegurado, "tener dos acerías en lugar de una". Así, el grupo empresarial liderado por él facturará unos 20.000 illones de pesetas anuales, lo cual convertirá a su sociedad en la primera del país en el sector del acero y la chatarra.

Precisamente la inclusión de Transidesa en un grupo fuerte es lo que entiende el presidente de Fomento que da mayores garantías al proyecto y a los propios trabajadores, "porque cuando baje la demanda de acero sólo los grandes podrán subsistir. Si Fomento se quedara solo, como no es una empresa competitiva, no duraríamos ni dos días y habríamos perdido muchos millones que son de toos los extremeños".

El propio Gallardo cuenta con sus técnicos, que están elaborando un estudio para mejorar las actuales instalaciones de Villafranca de los Barros. El propietario de las mismas es el ayuntamiento de la localidad, que tuvo que retirar sus acciones por problemas jurídicos, pero que obtendría toda la fábrica, además de los terrenos, en el caso de que Gallardo no cumpliera sus compromisos.