La familia Camp ha presentado una oferta que debe ser ratificada por la administración autonómica, la familia Albaladejo y los acreedores de la empresa de calzado, actualmente en suspesión de pagos, en un plazo máximo de 24 horas.

Los ofertantes exigen el acuerdo de quiebra voluntaria de las empesas de Yanko, a propuesta de los principales acreedores, que son Hacienda, la Seguridad Social y el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial).

Los trabajadores serían entonces asumidos por la sociedad Nova Generació, participada en un 53 por ciento por Yanko y en un 47 por ciento por la empresa pública Fomento Industrial, perteneciente a la Consejería de Comercio e Industria. Nova Generació tiene las marcas alquiladas para su explotación y comercialización.

Sólo entonces, el grupo Camp compraría las aciones de Nova Generació por un capital que no ha sido determinado. El empresario se compromete a mantener una plantilla de 130 trabajadores, respetando la antigüedad.

También asume en alquiler las marcas del grupo Yanko. El nuevo empresario sólo adquiriría en propiedad las marcas una vez que los acreedores procediesen al levantamiento del acuerdo de quiebra voluntaria.

El grupo Camp acepta la exigencia del Gobierno balear y oferta un aval de 300 millones de pesetas para dar garantías de viabilidd al proyecto.

El consejero de Economía del Gobierno balear, Jaume Matas, aseguró hoy en rueda de prensa que se trata de "un proyecto de futuro solvente, y no de un impasse temporal para salir del paso".

El proceso propuesto por la familia Camp concluiría con la salida de la empresa de la familia Albaladejo y del Gobierno balear, que perdería en la operación los 250 millones de pesetas que invirtió en la sociedad Nova Generació.