El margen de explotación se situó en los 239,1 millones de euros (39.797 millone de pesetas), lo que supone un incremento del 20,6% en comparación con los seis primeros meses del año pasado.

En cuanto a las dotaciones a las provisiones para insolvencias, las cajas rurales destinaron casi 60,1 millones de euros (10.000 millones de pesetas), un 549% más que el año anterior, debido a las nuevas exigencias establecidas por el Banco de España, dado que el índice de morosidad a 30 de junio de 2001 sigue en el 1,7%.

Los activos totales del grupo superaron los 31.000 millones de eurs (5,2 billones de pesetas), un 14,4% más que el primer semestre del año anterior. Además, la inversión crediticia alcanzó un volumen de 21.000 millones de euros (3,6 billones de pesetas), lo que supone un incremento del 15% respecto a junio de 2000.

En lo que va de año, las 78 cajas rurales abrieron un total de 52 oficinas, alcanzando las 3.700 al término del primer semestre de 2001.