Según la OMC, las "estrictas medidas de cuarentena" se producen para "hacer más lenta la entrada de la nueva forma de virus" en nuestro país hasta que "se disponga de la vacuna".

En palabras de la organización, lo preocupante es que "para esta nueva gripe no existe inmunidad previa", salvo los "nacidos antes de 1956" o aquellas personas que fueron vacunadas en años posteriores a esa fecha contra "la gripe estacional".

El modo de prevención de esta gripe será el mismo que se lleva a cabo con otras parecidas y hasta que haya una vacuna para la misma: lavarse las manos con frecuencia, evitar compartir vasos y procurar toser en pañuelos desechables. Además, en el comunicado se incluye que estos virus afectan cada año a dos millones de españoles, generalmente en invierno, y provocan cuadros típicos de "fiebre, tos, dolores de garganta, musculares y de huesos".

Estos virus pueden ser los causantes en un año normal de "millones de afectados en el mundo, de los cuales, centenares de miles de personas sufrirán neumonías y miles de personas morirán".

Por último, la OMC cree que con la llegada del verano el virus puede desaparecer, aunque es posible que puedan darse "millones de casos en los próximos años", por lo que lo más conveniente es que los españoles se adapten a este virus ya que lo más probable es "que se quede".