Griñán valoró hoy que se trata de algo "positivo" porque incrementa la "transparencia democrática", pero matizó que "es evidente que no tiene nada que ver con la financiación autonómica, no refleja la equidad porque refleja sólo actuaciones de la Administración central".

Junto a ello, agregó que "cuando hablamos de ingresos, no de gastos, estamos hablando de ingresos de la Administración central, y los gastos autonómicos, como sanidad o educación no se incluyen".

"No sería aconsejable extraer de aquí pautas para lo que sería un modelo de financiación", indicó el vicepresidente segundo, que resaltó que "la única parte de gasto autonómico" que sí figura en este análisis es el fondo de suficiencia, que no llega al 13% del total del gasto que se computa.

Griñán manifestó que los datos de las balanzas fiscales "avalan que Andalucía no es una región subsidiada", y señaló que es una "región activa" que se ha financiado "en buena medida con sus propios recursos, y con alguna solidaridad recibida de fondos europeos".

De hecho, recordó que "en un momento histórico, Andalucía recibió menos que la media, incluso de esta solidaridad interterritorial".

Asimismo, indicó que este estudio "necesita complementarse, para tener un conocimiento de cuáles son los intercambios o flujos entre territorios, con otros datos" como son los intercambios comerciales, de capital, de personas o trabajadores, un análisis de las relaciones históricas, del efecto de capitalidad o de las infraestructuras en cada territorio.

"Es un análisis de la realidad, pero un análisis parcial, por lo que para tener conclusiones sobre lo que son los flujos territoriales, debería complementarse", incidió el consejero, que reconoció que "se ha hecho el ejercicio de diferenciar el enfoque de carga y beneficio por un lado, y flujo monetario por otro".