Según informó este centro hospitalario a raíz del fallecimiento de Rayan, el hijo de la primera víctima mortal de la nueva gripe en España, el servicio lleva más de un año y medio trabajando en la implantación de un sistema informático adaptado a estas bombas, que, al parecer, iban a llegar hasta la zona donde estaba hospitalizado el pequeño este mismo lunes.

El Gregorio Marañón señala que las 150 bombas de seguridad aún pendientes de adaptación estarán listas esta semana. Cada bomba identifica mediante un sistema informático el nombre del producto, la concentración y la velocidad de administración, a través de un código interno que "aumenta la seguridad y reduce al mínimo la posibilidad de error humano", según el hospital.