El Consejo e Estado francés (equivalente al Tribunal Supremo español) prohibió en 1998 el cultivo del maíz transgénico Novartis por considerar que no había respetado el principio de precaución y no se habían valorado adecuadamente sus impactos sanitarios y ambientales.

Dado que este maíz fue aprobado por la Comisión Europea para los países miembros, el Consejo de Estado elevó una pregunta a la Corte de Justicia Europea para conocer si un país soberano podía tomar la decisión de prohibir este cultivo al haber sid aprobado por el organismo europeo.

El portavoz de Greenpeace, Ricardo Aguilar, dijo que "esperamos ahora que el Consejo de Estado prohiba definitivamente este maíz y declare ilegal el proceso de aprobación. Si Francia, que fue el único país que apoyó la aprobación de este cultivo, decide prohibirlo, España se quedaría sola en Europa con más de 20.000 hectáreas de maíz ilegal".