La organización ecologista concurrirá a la acusación como "víctima" del desastre ecológico que originó el vertido.Según el director ejecutivo de Greenpeace Francia, Bruno Rebelle, la organización pretende "descubrir lo que pasó exactamente y por qué. Queremos estar seguros de que se identifique claramente a los responsables. Totalfina debería aceptar su responsabilidad en semejante daño ambiental".

Miembros de Greenpeace sobrevolaron ayer la zona afectada por la marea negra y comprobaron que "la mancha de fuel se está acercando peligrosamente a la costa".

Además del peligro que entraña la presencia de la conaminación en las zonas costeras, la organización advirtió de que todavía permanecen dentro del barco 20.000 toneladas de petróleo, por lo que exigió a Totalfina que verifique la integridad estructural del buque y retire la carga o, si es posible, el petrolero.

Según Greenpeace, una vez que la carga se vierte al mar, los trabajos de limpieza son poco eficaces y el impacto es irreparable, aunque se den condiciones meteorológicas más favorables que las actuales.

No obstante, la organización internaconal mantiene en alerta equipos de voluntarios de varios países europeos, incluida España, para actuar en caso de que fuera necesario.