Sin embargo, la organización ecologista reclamó que antes de que se apruebe la directiva se introduzcan en ella los mecanismos necesarios que garanticen que los distintos estados miembros cumplirán los objetivos que marca.

La nueva nomativa prevé un incremento de la contribución de las energías renvobles a la producción de electricidad hasta el 2010, para que ese año sea del 22,1 por ciento, frente al 13,9 por ciento actual.

Además, concreta la contribución que deberá hacer cada país para lograr el objetivo global. La directiva pide a España que en el 2010 el 29,4 por ciento de la producción eléctrica proceda de fuentes renovables, cuando en la actualidad ronda el 20 por ciento si se tiene en cuenta la contribución de las grandes resas hidroeléctricas.

Para el direector de Greenpeace España, Xavier Pastor, "los objetivos de la directiva son simplemente realistas, pera nada ambiciosos. Para ser eficaces, deberían convertirse en objetivos mínimos legalmente vinculantes".