Greenpeace pidió al resto de empresas que comercializan juguetes fabricados con este material que secunden la decisión de Chicco y los retiren, al tiempo que recomendó a los padres que no compren juguetes de PVC, así como tampoco alimentos o bebidas envasadas con este material

Para Dolores Romano, portavoz de la organización ecologista, "la decisión de Chicco es la única salida ante los problemas derivados de la utilización de PVC. Lamentamos que sea sólo por presión ecologista cuando las empresas reaccionan. Las autoridades sanitarias españolas deberían actuar con más celeridad ante los daños sobre la salud que ocasiona el PVC e ignorar las presiones de los fabricantes de este material contaminante".