En un comunicado de prensa, Greenpeace señaló que los ciudadanos tienen la oportunidad de rechazar "un modelo energético basado en la continuación de las centrales nucleares y en la existencia de un cementerio nuclear centralizado para los residuos radiactivos de alta actividad, así como la ocasión de exigir un modelo energético sotenible basado en energías limpias como la solar".

Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace, indicó que "la reoovación del permiso de explotación de la central nuclear de Zorita, que caduca el próximo 16 de octubre, provocaría la continuación de un modelo energético peligroso y contaminante dependiente de la energía nuclear".

Asimismo, Greenpeace considera que la construcción del cementerio nuclear de Trillo implicaría la muerte económica de una amplia zona, ya que dicha instalación ahuyentaría las ncesarias inversiones para permitir un adecuado desarrollo de esas comarcas.

A su juicio, los hechos han demostrado que las centrales nucleares han impedido que estos sectores económicos inviertan en los municipios en que se instalan, con lo que finalmente esos pueblos se tienen que dedicar a "un monocultivo industrial enfermizamente dependiente de las centrales".