De esta forma, Greenpeace continuará la campaña que inició meses atrás en la Antártida, donde denunció al pesquero "Salvor" por faenar ilegalmente en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) francesa.

En aquella ocasión los tribunales dieron la razón a los ecologistas, a pesar de las posturas defendidas por el armador y el capitán del barco denunciado.

En el Mediterráneo, la organización ecologista dirigirá su actividad sobre barcos con banderas de conveniencia y buques piratas que se dedican a la pesca del atún rojo sin ser miembros de la International Convention for the Conservation of Atlantic Tunas (ICCAT). En los últios veinte años, la población de atunes adultos ha disminuido en un 80% y los científicos hace tiempo que han dado la voz de alarma.

Greenpeace ha dirigido hoy una carta al secretario general de Pesca, Samuel Juárez, pidiendo que el Gobierno español cierre sus puertas a este tipo de barcos y a todos aquellos que les prestan servicios.

"Si el Gobierno español realmente quiere mantener una actitud clara respecto a los buques con pabellones de conveniencia, debería incluir, dentro de sus iniciativas,el cierre de sus puertos a este tipo de barcos", declaró el presidente de Greenpeace España, Xavier Pastor, a bordo del "MV Greenpeace".