En el documento, la organización ecologista señala que la industria petrolera se aprovecha de los laxos sistemas legales existentes para eludir sus responsabilidades en los accidentes marítimos que provocan situaciones graves de contaminación.

Para Hans Wolters, director de la Unidad Eurpea de Greenpeace, "las compañías petrolíferas son las máximas responsables de los daños ambientales causados por el petróleo, desde su extracción hasta su uso final, incluyendo su transporte".

Greenpeace propone aumentar el control sobre las inspecciones que se realizan a estos barcos en los puertos y hacer pública esta información. Asimismo, sugiere que las futuras flotas de los países de la UE operen bajo las normas de navegación de la Unión Europea.