GREENPEACE EXIGE A LA PRESIDENTA DEL CSN QUE ACLARE HOY EN EL CONGRESO SUS "MENTIRAS" SOBRE LA CENTRAL DE VANDELLOS-II
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Greenpeace ha pedido a la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), María Teresa Estevan Bolea, que aclare hoy, durante su comparecencia ante la Ponencia de Seguridad Nuclear de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso de los Diputados, por qué mintió en el Parlamento sobre la gravedad de la corrosión del sistema de refrigeración de la central nuclear Vandellós-II.
La organización ecologista indica que Estevan Bolea, en sus comparecencias ante el Congreso del pasado 1 de diciembre y ante el Senado del 2 de marzo, aun admitiendo la relevancia del suceso ocurrido en Vandellós-II, ocultó reiteradamente a los parlamentarios la importancia del fallo del sistema de refrigeración de esta central nuclear e informó de manera sesgada, para minimizar su gravedad.
Greenpeace asegura que, durante estas intervenciones, la presidenta del CSN insistió una y otra vez en que "la central ha operado y está operando de forma segura" y afirmó en el Congreso que "en este momento está garantizado que esta central está operando debidamente" o que "está funcionando con toda seguridad, porque si no, no funcionaría".
Para Greenpeace, multitud de hechos demuestran la falsedad de las afirmaciones de Estevan Bolea, como la prueba hidrostática realizada los días 9 y 10 de este mes, para comprobar el estado de las tuberías que componen el sistema de agua de servicios esenciales de la central nuclear.
Esta prueba hidrostática, según Greenpeace, salió "muy mal" y durante ella se produjeron abundantes fugas de agua desde la fase preparatoria, antes de iniciar la presurización, "lo que demostró el mal estado en que se encuentra el sistema y que las reparaciones que se hicieron no habían servido para nada".
El pasado 7 de abril el Pleno del CSN publicó un informe en el que reconocía la extraordinaria gravedad del suceso de corrosión del sistema de agua de servicios esenciales de la central nuclear Vandellós-II y que la central operó con márgenes de seguridad reducidos.
Además, este informe señalaba que los propietarios de Vandellós-II (Endesa e Iberdrola tienen el 72% y el 28%, respectivamente) habían ocultado sistemáticamente información sobre el mal funcionamiento de su instalación y habían dado prioridad a sus intereses económicos sobre la seguridad.
En concreto, este documento del CSN concluye que hubo, entre otros factores y causas, "primacía de la producción frente a la seguridad", "arranque de la central tras la rotura sin los análisis de seguridad adecuados", "declaraciones de operabilidad sin adecuadas evaluaciones de seguridad", "falta de sensibilidad generalizada en la organización sobre la importancia para la seguridad del sistema de agua de servicios esenciales" y "problemas organizativos y deficiencias en la gestión".
Ante esta situación, Greenpeace considera inaceptable la actitud de Estevan Bolea y la acusa de proteger los intereses de la central nuclear Vandellós-II a costa de la seguridad de la población y del medio ambiente.
(SERVIMEDIA)
25 Abr 2005
MGR