Greenpeace ha hecho llegar a la Comisión Nacional de Energía sus alegaciones al proyecto de Real Decreto de regulación de la garantía del origen de la electricidad procedentes de fuendes de energías renovables, ya que considera que es necesario "desarrollar un único mecanismo de Garantía de Origen de la electricidad, en el que se incluyan las disposiciones para garantizar la electricidad de origen renovable".

De lo contrario, se establecería un mercado paralelo que confundiría al consumidor y perjudicaría al actual sistema de remuneración de las renovables, al no ofrecer una transparencia reglada.

Asimismo, Greenpeace cree que esta certificación de garantía puede servir para que el consumidor que haya optado por utilizar una energía renovable sepa que ha consumido realmente ese tipo de energía, para lo cual es imprescindible que los certificados vayan unidos a la energía física en toda transacción comercial, sin ser en ningún momento negociables por separado.

José Luis García Ortega, responsable de la campaña Energía de la organización ecologista, indicó que "resulta difícil de justificar que para la electricidad de origen renovable sí se establezca un mecanismo de certificación, un registro y un órgano certificador, y para el resto de las energías se deje al arbitrio de las compañías comercializadoras de electricidad".

"El certificado de energía renovable sólo puede ser obtenido por quien realmente produce y vende energía renovable", declaró García Ortega. "No debe acabar en manos de quien está vendiendo energía sucia", concluyó.