Según los ecologistas, este cargamento, compuesto por alimentos y ropa, constituye un acto de protesta por el envío de 500 toneladas de pesticidas tóxicos caducados que, según Greenpeace, Alemania remitió a Albania en 1991.

Según Katia Kanas, portavoz de Greenpeace, "Alemania y otros países de la Unión Europea barren su propia casapermiten que residuos tóxicos se exporten bajo el disfraz del reciclaje y la ayuda humanitaria".

"Con el envío de estos productos esenciales, Greenpeace se ha involucrado por primera vez en un trabajo de ayuda humanitaria en el Mediterráneo, dándole así una nueva dimensión a la labor de la organización ecologista", añadió.

Por su parte, un grupo de activistas de Greenpeace bloqueó hoy la frontera franco-alemana en la localidad de Estrasburgo y pidió al ministro de Medio Ambiente alemán, Klaus Topfer, la retirada del cargamento que Alemania envió a Albania, petición que ha sido aceptada según los ecologistas.