Según los ecologistas, la voz de alarma la dio un pescador español, que se puso en contacto con Greenpeace tras observar el viernes a cinco barcos sospechos a 22 millas al suroeste de Ibiza. El sábado, activistas de reenpeace encontraron dos redes ilegales de unos 10 kilómetros, caladas entre las Baleares y Alicante.

Según Assumpta Gual, portavoz de Greenpeace, "no hay un plan para destruir las redes y el peligro de que sean vendidas o reutilizadas es evidente". Por ello, los ecologistas han pedido al Gobierno español que aproveche la presidencia de la Unión Europea para impulsar la prohibición definitiva de estas redes en las aguas comunitarias.

Los ecologistas recuerdan que el problema no es nuevo, ya que l pasado 5 de mayo el pesquero italiano "Orazzio I" fue detenido en aguas españolas por utilizar redes de una longitud superior a la permitida. La embarcación abandonó el puerto de Palma de Mallorca, donde permaneció retenida, tras pagar una fianza de 5 millones de pesetas.

Por su parte, el pasado domingo una embarcación de Greenpeace detectó otro pesquero con redes ilegales a 8 millas de la isla de Zakynthos (Grecia).

Según los ecologistas, la embarcación, que llevaba el nombre y la matrícula cuiertos para no ser identificada, se marchó a gran velocidad de la zona después de ser descubierta, aunque los miembros de Greenpeace lograron recuperar unos 500 metros de las redes ilegales que estaban empleando.