López Uralde dijo, antes de comparecer a puerta cerrada, que lo que "funciona es la protección". Aunque lo ideal sería que "los espacios estuvieran protegidos per se", esto no es así.

Por eso, aseguró que "sólo las regulaciones estrictas pueden salvaguardar el patriminio" natural, y no un ejercicio voluntario de las empresas.

Es este sentido, el director ejecutivo de Greenpeace España abogó por la creación de un convenio internacional en el marco de Naciones Unidas como herramienta de control a las empresas multinacionales.

Sin embargo, López Uralde reprochó a las corporaciones privadas que pretendan que el debate sobre la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) "no pase de ser un ejercicio de relaciones públicas y puro lavado de imagen".

Finalmente, el representante de Greenpeace lamentó que la globalización económica no tenga su reflejo en materia medioambiental, algo de lo que, según López Uralde, son culpables los intereses empresariales.