Miembros de Greenpeace inspeccionaron estos descampados descubriendo gran cantidad de vertederos, donde Aiscondel ha vertido y vierte en la actualidad, residuos extremadamente tóxicos procedentes de la fabricación de plástico.

Sgún la organización ecologista, los vertederos, con forma de lagunas y sin ningún tipo de aislamientos del suelo, contienen lodos tóxicos en distinta fase de desecación. La gran cantidad de lagunas existentes hace sospechar que esta actividad se viene llevando a cabo desde hace años.

Greenpeace presentó hoy un informe realizado por los laboratorios de la organización ecologista en la Universidad de Exeter (Reino Unido), que revela la presencia de contamiantes orgánicos de extrema toxicidad y concentraiones muy elevadas de metales tóxicos. Los análiss identificaron 54 compuestos orgánicos, de ellos 36 eran organohalogenados (clorados y bromados) y probablemente todos producen toxicidad aguda.

Respecto a los metales identificados en la muestra se han encontrado también cobre, mercurio, cinc, molibdeno, niquel y plomo.

Según Greenpeace, los vertederos se encuentran en suelos muy permeables por porosidad y sobre el acuifero de Tarragona, lo que incrementa la gravedad de estos vertidos.

A juiio de la organización ecologista, "estos vertederos son una muestra más de los graves daños sobre el medio ambiente causados por la industria del PVC. Este plástico es un auténtico 'veneno medioambiental' ya que durante su producción, uso y gestión como residuos provoca graves daños sobre el medio ambiente y la salud pública".