Este nuevo acto de los ecologistas comenzó ayer por la mañana cuando más de 50 activistas comenzaron a paralizar las obras. Greenpeace considera que el Consell Insular de Mallora y el ayuntamiento vulneran la voluntad de los ciudadanos al construir la incineradora, ya que, según la oganización, han mostrado en numerosas ocasiones su deseo de reciclar las basuras.

Según informó hoy Greenpeace, vecinos afectados de Palmanyola, La Sardina, La Garriga y S'indioteria, han dado muestras de apoyo al acto de protesta.

Greenpeace asegura que el problema de la incineración no es sólo el grave impacto sobre la salud pública de sus emisiones y cenizas, sino la pérdida de millones de toneladas de recursos naturales y el despilfarro energético que supone.

Hasta que el Consell no de l orden de la paralización de las obras de la incineradora, los voluntarios de Greenpeace seguirán encaramados en las intalaciones indefinidamente.