El nuevo decreto permite a las personas, empresas o entidades que instalen tejados solares fotovoltaicos a vender a las compañías eléctricas toda la energía que produzcan, y a percibir por ello hasta 66 pesetas por cada kilovatio-hora que inyecten en la red.

Según el director de Greenpeace, Xavier Pastor, esta medida constituye "un paso adelante importantísimo, ya que a partirde ahora invertir en energía solar será rentable para la economía, además de para el medio ambiente".

Sin embargo, la organización ecologista exigió al Gobierno que apruebe una normativa específica para tejados solares, que facilite los trámites para la conexión de estas instalaciones a la red.

Asimismo, Greenpeace instó al Ejecutivo a elaborar un Plan de Fomento de las Energías Renovables que establezca objetivos y medidas concretas para que estas energías limpias sustituyan cada vez en mayor prporción a los combustibles fósiles y a la energía nuclear.